SE ACERCA LA SEMANA SANTA Y DEBEMOS PREPARARNOS PARA ELLA
Con el Domingo de Ramos se inicia la Semana Santa, a continuación se describe el sentido de cada uno de los días santos, para que nos dispongamos a acompañar a Jesús en estos momentos en que vino a traernos la salvación.
La Semana Santa es el momento litúrgico más fuerte del año, en el que recordamos la última semana que pasó Jesús en la Tierra.
Lo importante no es recordar con tristeza lo que Cristo pasó, sino celebrar y entender por que murió y resucitó.
Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar en estos días y participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.
Debemos acompañar a Jesús en estos días con nuestra oración, sacrificios y con el arrepentimiento de nuestros pecados, asistiendo al sacramento de Reconciliación y recibiendo la Eucaristía, para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.
DOMINGO DE RAMOS:
Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba con cantos y palmas.
Es por esto que nosotros llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y participamos en la misa.
La bendición de las Palmas.
Las palmas que lleves a tu hogar deben recordar que Jesús es nuestro Rey y que le das la bienvenida a tu hogar.
Al ponerlas en la puerta de tu casa, reza la siguiente oración con tu familia:
"Bendice Señor nuestro hogar y haz que Jesús y la Virgen María reinen en él y nos enseñen a amarnos para que nuestra familia haya paz, amor y respeto".
Amén
JUEVES SANTO:
Este día recordamos la Ultima Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicialidad. En la Ultima Cena, Jesús instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio.
El lavatorio de los Pies.
Jesús nos dio un gran ejemplo en la Ultima Cena, lavando los pies de los apóstoles.
Nos enseño que la labor del cristiano es ayudar a los demás con una actitud de servicio, amor y humildad. Hay que hacernos todo a todos para acercarlos a Cristo.
Nos enseño que la labor del cristiano es ayudar a los demás con una actitud de servicio, amor y humildad. Hay que hacernos todo a todos para acercarlos a Cristo.
La Eucaristía.
Jesús en la Ultima Cena instituyó el Sacramento de la Eucaristía para quedarse con nosotros para siempre.
La Eucaristía es el sacramento en que se convierten el pan y el vino en el cuerpo y sangre de Cristo.
Cristo está verdadera, real y substancialmente presente en la Eucaristía.
Cuando recibimos a Cristo en la Eucaristía nos unimos estrechamente a El y a toda la Iglesia, nos perdona todos los pecados veniales y nos ayuda a no caer en pecados mortales.
Para comulgar, debemos hallarnos en amistad con Dios y no haber tomado alimento en la última hora.
El Sacerdocio.
Jesús en la Ultima Cena instituyó el Sacramento del Orden Sacerdotal.
Los sacerdotes son hombres que han sido escogidos por Dios para servirlo y ayudarle en la salvación de los hombres, comprometiendo toda su vida a ello.
Son representantes de Cristo en la tierra y continúan su misión predicando su Palabra, celebrando los Sacramentos y guiando al Pueblo de Dios hacia la Salvación.
Nosotros debemos rezar por los sacerdotes, ayudarlos y respetarlos.
La oración en el huerto.
Jesús en Getsemaní nos enseñó la importancia de la oración y de cumplir en cada momento la voluntad de Dios.
Orar es recoger el corazón para estar con Aquél que te ama y que ha dado la vida por ti.
La visita de los siete Templos.
La visita de los siete templos simboliza el ir y venir de Jesús en la noche de la traición.
Esta costumbre nos invita a meditar en la entrega de Jesús por nosotros en su Pasión y al quedarse con nosotros en la Eucaristía.
VIERNES SANTO.
Este día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: su aprehensión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo conmemoramos con un Vía Crucis solemne y con la ceremonia de la adoración a la cruz.
Las siete Palabras.
Jesús en la cruz, con sufrimiento físico y moral muy grande, fue capaz de perdonar a los que lo ofendieron y con sus siete palabras desde la cruz nos terminó de dar su mensaje de amor y salvación dejándonos a su Madre y enseñándonos a perseverar hasta el final.
La muerte de Jesús.
La pasión de Cristo es una lección de obediencia, humildad y amor.
Jesús entregó su vida y murió en la cruz por amor a cada uno de nosotros.
El sufrimiento de Jesús en su Pasión y Muerte nos debe servir de ejemplo para nuestro propio sufrimiento
El Vía Crucis.
El Vía Crucis es una manera de recordar la Pasión de Jesús y revivir con El y acompañarlo en los sufrimientos que tuvo en su camino al calvario.
Se divide en catorce estaciones que narran paso a paso la Pasión de Cristo desde que es condenado a muerte hasta que es colocado en el sepulcro.
SABADO SANTO.
Este día se recuerda el día que pasó entre la muerte y Resurrección de Jesús. Es un día de luto y de tristeza puesto que no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se lleva a cabo la vigilia pascual en la que nos preparamos para el momento de la Resurrección de Jesús..
El pecado, ausencia de Dios.
El Sábado Santo es una oportunidad para meditar en lo que es la ausencia de Dios, en la fealdad del pecado que nos aleja de Dios, nos hace perder la visión sobrenatural de los acontecimientos y la oportunidad de llegar al cielo.
En este día debemos acercarnos a la confesión que nos perdona los pecados y nos da la fortaleza para soportar las tentaciones.
La unión con Cristo nos dará alegría, paz y serenidad en todos los momentos de la vida.
El pésame de la Virgen.
Dar el pésame a la Virgen es unirnos en su dolor y sufrimiento por la Pasión y Muerte de Jesús.
Este día debemos recordar que Jesús compartió con nosotros a su Madre para que acudamos a Ella en la alegrías y en las dificultades de la vida.
Recordar que María es nuestra Madre y nos acompaña siempre en los momentos de dolor.
La Vigilia Pascual.
En esta celebración se acostumbra bendecir el agua y encender las velas en señal de la Resurrección de Cristo, la gran fiesta de los católicos.
En la vigilia pascual renovamos las promesas de nuestro Bautismo renunciando a Satanás, a sus obras y a sus seducciones y prometiendo entregarnos para siempre a Jesucristo.
DOMINGO DE PASCUA.
Es el día más importante y más alegre para nosotros los católicos, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.
La Resurreción.
La Pascua es la fiesta más importante para los cristianos porque en ella celebramos la Resurrección del Señor, que es el fundamento de nuestra fe.
Tenemos la obligación de transmitir la alegría de la Resurrección a todos los que nos rodean, con nuestras palabras, acciones y trabajo apostólico.
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